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Qui potest capere, capiat

Los tres hermanos.

 

He aquí un cuento mas extenso que los demás, pero ligeramente mas fácil de leer, y si encuentran uno que otro error, es porque apenas lo terminé lo subí al blog, sin darle una repasada. Espero que les guste.

 

Esta es la historia de tres hermanos, hijos de doña Catalina Canela de los Purísimos Cielos y de don Guillermo Primero de Iriarte Santa María, el padre, un señor feudal que perdió a todos sus siervos por la peste, lo que lo dejó en bancarrota y la madre, una señora rica dueña de varios terrenos.

 

Hijos, ustedes deben hacerse a cargo de mis tierras cuando yo muera.-les repetía el padre convencido de que pronto contraería de enfermedad.

 

Baltasar, el primogénito 10 años mayor que Antonio y 15 de Efraín, era el más culto y preparado para tomar las riendas de la hacienda, mientras que los otros dos hermanos solo se dedicaban a jugar con sus gatos, a los que les enseñaron muchos trucos a lo largo de los años.

El padre, don Guillermo, aparte de sus tres hijos y su esposa, tenía un gato llamado don Aurelio, que lo tenía desde su infancia, que a pesar de los años, el gato era tan vigoroso como cualquier otro, entonces, un día, en que Baltasar, el mas correcto y apto, con grandes expectativas, el mas capaz para hacerse a cargo de la hacienda, inclusive ya tenía planes de matrimonio y de la repartición de las tierras, a causa de una borrachera con sus amigos, apostó todo su dinero y su herencia, cosa que perdió, el padre, furioso decidió desterrarlo. Baltasar no solo perdió su herencia, sino que a su prometida también, que lo dejó diciendo que no quería vivir con un muerto de hambre. Este se va jurando venganza.

 

Baltasar, desposeído y sin en que caerse muerto, empezó a ganarse la vida como obrero en una granja de cultivo de uvas, después de unos años, por su gran esfuerzo y perseverancia, llegó a ser capataz, al mando de 1500 hombres, su señor, duque Enrico Velásquez, confió en él mas que en sus propios hijos, por lo que decide darle atribuciones casi extraordinarias en esa época para un capataz, como por ejemplo, el manejo del dinero familiar y asuntos legales.

 

Un día, Baltasar empeñado en vengarse de su padre y que mejor que destruyendo lo que mas quería , haciendo uso de sus atribuciones, decide esconder el dinero que servía para pagar el salario de los trabajadores, provocando un fervesencia nunca antes inusitada, dirige a los obreros y los pone en contra de todo aquel señor adinerado, los conduce a un movimiento en que se dedicaron a la matanza de gatos, ya que estos representaban a la nobleza, porque estos solo podían ser mantenidos por gente adinerada, pues un obrero tenía a penas para mantener a su familia. Luego de una matanza que duró tres días, en que murieron más de un millar de felinos, la ciudad se atestó de ratas.

 

 

Era insoportable, primero las cosechas quedaron arruinadas, luego el ganado empezó a morir de hambre porque no había dinero para darles el alimento, todo empezó a oler a podredumbre, aparte de las ratas, llegaron mas insectos, como hormigas y garrapatas, que cada vez se multiplicaban a una manera impresionante, arruinando todas las reservas de comida que la gente había guardado para los malos tiempos, lo que provocó que mucha gente emigrara a otros lados del mundo en busca de nuevas oportunidades en alguna tierra en que podrían cosechar en paz.

Por lo que la ciudad quedó casi abandonada, desprovista de los cuidados y población, que las ratas, sin tener que comer, empezaron a atacar y devorar a la gente, primero atacaron a los niños, que por su corta edad, eran estúpidos y no sabían como defenderse, así fue como la peste se transformó en una epidemia, terminó por apalear a la población restante, las ratas se desplazaron a lo igual que mucha de las personas, en busca de comida, en menos de un año toda Europa fue desolada por la funesta enfermedad.

 

Los hermanos, Antonio y Efraín recorrían toda la ciudad en busca de algún mercader recién llegado, al principio podían encontrar uno que otro almacén, pero luego de un tiempo, en aquella ciudad casi fantasmal, no había nadie.

 

Don Guillermo enfermó gravemente, tenía una fiebre muy alta.

 

 

Tiene la peste.-dijo doña Catalina entristecida.

 

 

Una noche sin luna, en que el cielo era claro, pero aterradoramente oscuro, en que ni el cantar de los grillos era escuchado, ya que habían sucumbido ante las plagas. Don Guillermo, convencido de que el final de su vida estaba próximo, reunió a todos sus familiares en aquella lúgubre, penosa y silenciosa casa.

 

 

Ya no me queda tiempo.-dijo frustrado por la impotencia.- Nunca perdí una sola batalla, jamás un hombre herida alguna me ha provocado, por el yugo de mi espada han pasado cientos de cuellos próximos a una escisión, mi titulo de noble a costa de sangre, sudor y lagrimas gané, pero ahora, me veo en esta penosa situación, en que debo admitir que la batalla a esta enfermedad he perdido,  es perentorio y menester hacer que se cumpla mi última voluntad, mi testamento.

 

Os dejo a mi mujer todo lo que eh ganado, mis tierras y esta hacienda, le dejo mi última pertenencia, mis cenizas y mi corazón, que seguirá latiendo por ella aun cuando mi cuerpo sea purificado por los gusanos, y a mis dos queridos hijos, les dejo esto, a Antonio, mi espada con filo dorado que me regaló mi rey antes de sucumbir por la misma enfermedad, y a mi hijo Efraín, mi escudo, con el que victorias sin heridas he conseguido.

 

En el crepúsculo del amanecer falleció.

 

 

Justo en eso, Baltasar, irrumpió en la casa con sus seguidores, rompiendo cuanto encontró a su paso.

 

 

Lo siento madre, pero no puedo desperdiciar este cuerpo,- dijo Baltasar mientras cortaba en trozos al cuerpo que algún día fue su padre para dárselo a las gallinas y cerdos.

 

La mujer, desolada por la triste escena, concurre a sus dos hijos menores para frenar a Baltasar, y estos, al tratar de hacer algo, Baltasar los mandó encerrar con grilletes a las fosas infestadas de cadáveres en descomposición y ratas, y a su madre la obligó a quedarse en la casa, bajo la amenaza de eliminar a los hermanos.

 

Así pasaron un par de años, Antonio y Efraín habían perdidos extremidades devoradas por los roedores, y la madre, también fue encarcelada, pero esta quedó en la casa, en que fue violada un sin fin de veces por el desquiciado (apodo con el que la gente bautizó a Baltasar)

 

 

Baltasar se transformó en una especie de pirata, asediando pueblos aledaños, era líder de un movimiento “sindical” en que tenía al mando a mas de 10.000 hombres, saqueaban templos, palacios y haciendas, raptaban mujeres y mataban a cuanto hombre se negaba a unirse a su ejército.

 

Baltasar emprende la empresa de dominar el nuevo continente.

 

 

En su ausencia los hermanos se libran de su encierro, con una furia casi destellante, hacen negociaciones con cuanto señor adinerado encontraban, para que les dieran dinero, armar un ejército para darle fin al “desquiciado”.

 Luego de unos cuantos meses, lograron reunir una modesta, pero bien entrenada y armada milicia, a diferencia de la de su hermano en la que las armas eran una que otra espada y muchas herramientas de campo.

 

Deciden planear una emboscada, confiados de que su hermano no sabía nada de lo ocurrido.

 

 

El plan es este, apenas desembarquen bombardeamos desde la costa a todo barco que se acerque.- Dijo Antonio a su hermano Efraín.  

 

Reunieron a todos sus hombres y Antonio les dijo al unísono:

 

 

-Está es nuestra única oportunidad para acabar con el desquiciado. ¡Si no atacamos el puerto mientras estos desembarcan, no tendremos oportunidad alguna, debemos hacerlo para librarnos de los bárbaros impíos que han torturado a nuestra gente por años!

 

Y todos clamaron y celebraron los dichos de su comandante.

 

 

Se movilizaron ese mismo día al mismo puerto en que Baltasar 8 meses antes había emprendido la aventura a nuevo mundo.

Efraín, que había perdido casi todos sus dedos y un ojo, estaba imposibilitado a tomar armas, mientras que Antonio solo había perdido una mano, un par de dedos y su miembro masculino, todo devorado por ratas.

 

Ambos hermanos, con la mente atrofiada por las inmundicias pasadas en aquellas tétricas celdas de 2x2 en que el olor de podredumbre creaba una densa neblina verde solo imaginable en pasajes ultra terrenales, en que ni siquiera la religión mas drástica y apocalíptica habría podido superar. De noche, la luna era lo único que podían apreciar, ya que no veían nada a mas de medio metro, todo era oscuro, se oían los pasos de los roedores, esos chillidos que cada noche hacen una interminable jornada de sufrimiento por medio de pesadillas, recordaban como los sentían caminar por sus hombros, como se les metían por entre las mangas de la camisa, y sin poder hacer nada mas que gritar, con un insoportable dolor, sentían como les roían la carne, ya sin ganas de vivir, escuchaban el sonido de los dientes de las ratas raspando sus huesos. De día, el sol hacía que el olor fuera más insoportable, tanto que ni ratas se acercaban.

 

Antonio, decide ocupar una escuela de niños que Baltasar tenía comprada, en la que les lavaban el cerebro con extraños ideales ahora lejanamente comparable al comunismo.

 

Eran alrededor de 30 niños que no superaban los 8 años, los encierran en una sala llena de ratas, y los obligan a convivir con gente que tiene la peste, para que la contraigan, y así, cuando llegue Baltasar a ver como va la escuela, claro esta, si es que fracasa la emboscada, este contraiga la enfermedad.

 

 

Muchos rumores hay en el barco, señor.-decía un vasallo a Baltasar

 

 

-¿Qué clase de rumores?-dijo este algo inquieto.

 

 

-Se dice que vamos a morir todos en esta travesía, también se dice que usted ha perdido la cabeza, y eso la verdad me tiene muy preocupado.

 

 

Baltasar al oír eso saca su espada y de un solo zarpaso degolló al pobre hombre.-Esto es para que nunca vuelvas a dudar de mi.- Luego toma el cuerpo, lo arrastra por el pasillo, lo lleva hasta la cubierta, lo amarra cuidadosamente en el asta, saca su pistola Bochardt y da un tiro en el aire, el estruendo despertó a todos cuantos iban en aquel barco, también puso en alerta a los otros 4 barcos que los colindaban.

 De inmediato la mayoría de la tripulación se precipitó hasta la cubierta, atónitos miraron el cuerpo que sangraba sin tregua alguna, el silencio se apoderó de la multitud, lo único audible era el viento sibilante y el sonido del agua que se rajaba a medida que el barco seguía su rumbo.

  Me han dicho que ustedes, montón de mierda, están conspirando contra mi, quiero que si son tan hombres, me enfrenten ahora mismo, da lo mismo cuantos sean, yo los acabaré, traidores.- dijo Baltasar con voz grave, se notaba una rabia incontenible, que necesitaba ser desahogada.

 Ante el cabal silencio, Baltasar dijo.- Ven que son maricones, ahora ya saben, que contra mi no pueden, no deben dudar de mi, mi palabra es ley, o de lo contrario serán comida de tiburones, a lo igual que este idiota que ustedes ven aquí colgado. 

 Luego Baltasar se abre paso por entre la multitud, y en eso, uno de ellos saca un puñal, el cual dio a para en el brazo de Baltasar, este con un rápido movimiento esquiva a la multitud que estalla en un frenesí arrollador, al llegar a su cabina, se encierra con candado y usa una silla para trancar la puerta de su camarín.

En lo que se demoraron en derrumbar la puerta a costa de patadas y empujones, Baltasar que tenía lista y cargada su ametralladora Maxim (que consiguió como botín en un enfrentamiento con unos piratas un mes antes, los cuales fueron avasalladoramente derrotados, que a falta de comida fueron comidos por Baltasar y sus hombres) los esperaba con ansias, apenas se abrió la puerta, sin dudarlo un instante, Baltasar abrió fuego…Solo la Luna fue testigo de tan terrible espectáculo, en medio de las tinieblas de la noche y la neblina levantada por la ametralladora, un olor a sangre quemada mezclada con pólvora, hizo el ambiente casi irrespirable.

 

  No creo que el plan de Antonio resulte, madre.- dijo Efraín consternado.No seas pájaro de mal agüero, todo va a salir bien, lo único que deseo es que tu hermano salve sano y salvo.- dijo doña catalina. 

 

 Luego de un rato del cese al fuego, murieron alrededor de 400 hombres a manos de Baltasar, este, único tripulante con vida del barco, vagaba por entre la montonera de cadáveres, todavía quedaban uno que otro con vida, suplicando piedad ante la figura de Baltasar, que se había tornado algo demoníaca, no conseguían mas que ser ignorados, impotentes, con extremidades cercenadas por la potente arma, quedaron tirados, con gritos desgarradores, arrebatadores de la cordura, esperaron la agónica muerte de un desangramiento.

Los barcos aledaños deciden abrir fuego a punta de cañones al barco fantasmal de su comandante, ante este hecho, Baltasar alcanza a saltar del barco, desde las calidas aguas caribeñas, este observa a su barco  sucumbir sin resistencia alguna al incesante bombardeo, luego se escucha en cada uno de los barcos, los gritos de celebración que decían: “¡Acabamos con el tirano!”.

Emprendieron el viaje devuelta a su tierra natal, mientras que Baltasar, aferrado a unos cuantos trozos de madera, naufragaba a direcciones sin rumbo, deseándoles con fervor la muerte. Mi comandante, se acercan los barcos de Baltasar,-dijo un soldado a Antonio. 

 

 Esperamos a que se aproximen mas, para no desperdiciar las balas de los cañones, esperen a mi orden.- dijo este ansioso. 

 

En el momento en que los barcos tocaron puerto, y sus tripulantes descendieron triunfantes por las nuevas buenas, se encontraron con un puerto fantasma, en que no había nadie, estaba todo callado, un escalofrío sintieron todos cuando vieron a lo lejos unos cañones apostados en lo alto del cerro, cañones que no estaban a su partida.

 ¡Es una trampa!- grito uno.

  Justo en ese instante, el comandante Antonio de Iriarte de los Purísimos Cielos dio la orden de ataque, 10 cañones dispararon despiadadamente al tumulto enloquecido.

 Unos huyeron por entre las calles aledañas, pero se encontraron con soldados cargados con fusiles, que sin vacilar, jalaron de sus gatillos, exterminando todo vestigio de “la revolución sindical”.

 

  No recuerdo cuando llegué, quizás de cuando estoy durmiendo en esta playa, en ¿Dónde estoy?.-dijo Baltasar a una persona que lo despertó en una playa.

  Usted está en la Isla De los Purísimos Cielos, y se llama así porque los propietarios de la isla son los señores de los Purísimos Cielos.- dijo el nativo con rasgos soldado. 

Pues bien, lléveme hasta los dueños.- dijo Baltasar risueño. 

No puedo, es que desde hace un tiempo, el heredero, o mejor dicho, la heredera se fue. 

Pues me presento, yo soy Baltasar de Iriarte de los Purísimos Cielos, hijo de doña Catalina Canela de los Purísimos Cielos.

 

El soldado, atónito, hace una leve reverencia y dice: Mi señor, estoy a sus órdenes. Y ¿qué es de su madre?

 

 

 

Ella está en apuros, mis hermanos Antonio y Efraín, la tienen cautiva, me desterraron, tomé una embarcación a nuevo continente, pero estos atacaron a mi barco, y di a parar acá.- dijo Baltasar con una increíble actuación.- dime, cuantos viven en esta isla.

 

Bueno, en esta isla viven aproximadamente 3900 personas, y en las islas aledañas viven alrededor de 6000 más, en su mayoría soldados que cumplen un papel de Campesinos y mineros.

 

Y ¿que tan armados están?

 

Todos los meses nos llegan armamentos de última generación desde hace como 15 años, es que estas islas son ricas en oro, y debemos combatir a piratas que nos asedian casi todos los años.

 

 Pues, llévame hasta la casa de mi madre y manda a llamar a todos los soldados, porque es nuestro deber liberar a mi madre de los tiranos de mis hermanos.

  Sí, mi señor.- dijo el soldado, dio media vuelta, llamó a otro soldado que se encontraba por los alrededores, le indicó a mandara avisar a todos que hay una asamblea extraordinaria en la plaza central.

  Una vez que Baltasar llegó a la casa, se dio cuenta que esta era mucho mejor que la hacienda de su padre, soltó una carcajada que dejó algo preocupados a los soldados que lo seguían. Casi a dos días de llegar a la casa, la asamblea ya estaba completa, Baltasar se acercó al estrado y dijo:

 

Soldados, fieles a su amo, les habla Baltasar de Iriarte de los Purísimos Cielos, hijo de Doña Catalina Canela de los Purísimos Cielos.- al decir esto, todos se arrodillaron.-

Les informo que mi madre está cautiva por mis hermanos, ellos junto a unos traidores que se hacían llamar mis seguidores, tienen el control de toda España y Francia,  es nuestro deber ir y liberarla de los tiranos, que la torturan cruelmente para que les revele la ubicación de esta isla, y nuestra madre, como muestra de Honor, Dignidad y cariño hacia ustedes y hacía mi, no les ha dicho nada, pero no sé cuanto logre soportar las crueles artimañas, y  cuando sus ansias de poder se hagan incontrolables y logren descubrir el secreto, vendrán, quemaran las cosechas, violaran a sus mujeres y a ustedes los matarán no sin antes torturarlos.

 

Al decir esto, los soldados se levantaron con una fervesencia comparable a la de los obreros que el mismo Baltasar logró provocar y gritaron:

 

 “¡Viva nuestro señor Baltasar, Muerte a los traidores!”

Ahora, todos marchemos rumbo a España que es donde actualmente viven.

 

Todos los soldados fueron casi corriendo a sus respectivas casas para armarse hasta los dientes e ir a asediar a los inocentes hermanos.

   

Mi comandante, revisamos todos los cadáveres y no encontramos a Baltasar, suponemos que no alcanzó a bajar de los barcos que fueron derribados.

 

Bien, igualmente ya debe estar muerto, lleven la noticia a mi hermano y a mi madre, de la victoria.

 

Con una flota de 10 barcos de guerra Baltasar pensaba.- jajaja, creyeron que se redimieron de mí, pues queda Baltasar para rato.

 

Y ¿qué hacemos con los niños contagiados?

 

Que se mueran, de todas formas serían partidarios de Baltasar.

 

Efraín que pensó que su hermano había fracasado, había cometido incesto con su madre ya desde algún tiempo, por lo cual ésta estaba embarazada, la mando a encerrar a una celda llena de leprosos y de contagiados por la peste negra, cosa que cuando Baltasar llegue y la vuelva a tratar como antes, este se contagie y muera.

 

Cuando Antonio emprendía el regreso, ya había disuelto el ejército, cuando le llegan noticias de que una flota poderosa viene en dirección a España, este, intrigado se apresura a volver con Efraín.

 

Al llegar allá, cerca de las 4 a.m. Efraín lo confunde con Baltasar, pues eran del mismo porte y color de cabello, Efraín le dispara desde la ventana y suelta a unos perros asesinos que este había entrenado, Antonio gritando que era él y no Baltasar, trataba de defenderse de las bestias, pero no pudo con una pierna perforada por el fusil de Efraín, que a pesar de no tener dedos, tiene una excelente puntería. Antonio fue devorado por los canes.

 

En la mañana siguiente, cuando Efraín se acerca a inspeccionar el cuerpo, no logra identificarlo, pues los perros se habían devorado su rostro, dejando en su lugar un montón de carne revuelta, con las viseras esparramadas por doquier, Efraín encuentra la espada con filo dorado que su padre le había regalado a Antonio, y sólo en ese momento se da cuenta de su error. Entre sus cosas también encuentra una carta que dice: “Felicidades hermano, todo fue un éxito, no quedó rastro de Baltasar”.

 

Era un pabellón grande, no era un túnel como pensaba, sino un pasillo interminable, o mas bien, era sólo un camino en medio de la nada, al caminarlo se da cuenta que al mirar desde los extremos hacia abajo, ve imágenes, se queda detenido mirando una en particular, era él mismo, que después de contagiar a los niños con la peste, los niños quedaron solos, sus padres no los recibieron en las casas, antes de morir de hambre, no por la enfermedad, los niños vivieron en la calle, comiendo su propia mierda, llorando, preguntándose porque sus padres ya no los quieren, unos trataron un sin fin de veces por volver entrar a sus casas, sus madres despedazadas por el sufrimiento no aguantaban ver a sus hijos de 8 años gritar: ¡Mamá, tengo hambre!, no sé que hice, pero perdóname…

Muchos niños fueron violados por borrachos que vagaban por las frías calles.

Otros niños fueron asesinados por sus propios padres, para así evitarles el sufrimiento que su hijo pasaría por la enfermedad y el abandono.

 

 

 De pronto, algo lo envuelve, se lo lleva hacia arriba, mas allá de las nubes, mas allá de las estrellas, mas allá del sol, llega hasta un salón, lleno de candelabros, un salón triste y oscuro, las velas no alumbran mucho. Hay una puerta gigante, con rejas de oro, cerca de ahí, como portero lo recibe un hombre de blanco, no tenía nada de gentil, destellaba temor por sus ojos, le hace una seña con el dedo, al llegar hasta él le dice:

 

Por tus malas acciones, por tratar de vengarte de tu propia sangre, por atentar contra las leyes sagradas de Dios, serás condenado a vivir en el infierno.

 

 Siente un calor en su espalda, al darse vuelta, se da cuenta que sus pies son agarrados firmemente por unas trémulas manos podridas de uñas largas, un señor de respetable apariencia, se le acerca, sus ojos no tenían pupila, eran completamente blancos, a lo igual que su cabello, se saca el sombrero, y con una leve reverencia le dice:

 

No lo tomes en cuenta, este viejo cascarrabias siempre es así, y es peor con los que se portan bien, créeme, está así porque ayer le gané sus alitas en una partida de poker y se las di a mi perrito.

Mira, esta es la situación, no puedes ir al infierno, ya que has sido mas malo que yo, todos creen que soy el mas malo de todos, pero hay gente como tu, que me supera.

Así que debo castigarte de todas formas, porque de lo contrario, el vetusto del último piso me corta la televisión por cable.

Este es tu castigo, volverás a la tierra a vivir, no como un humano, sino como un animal, morirás un sin fin de veces, sufrirás los horrores de saber todo lo que pasa, pero no poder hacer nada, volverás a nacer cuantas veces mueras, y para volver a recibirte debes cometer 100 crimenes, pero que sean dignos de un ser que piensa como hombre.

 

Efraín queda muy agobiado por lo sucedido, pues él mismo terminó la vida de su hermano, que lo acompañó en el terrible castigo impuesto por su otro hermano.

 

Dos semanas después de aquel incidente, Efraín recibe noticias de Baltasar, que tiene dominada toda Francia, asesinó al rey y se hizo con el gobierno, y que en una declaración pública, dijo que atacaría España si no entregaba a los rebeldes y a sus dirigentes.

 

Cosa que trató de hacer, todos los soldados reclutados por Antonio fueron encarcelados y trasladados a Francia, al llegar allá, Baltasar decidió perdonarles la vida con un alto costo, como castigo de reprenda les cercenó a todos, sus pies y manos, también les hizo escoger que querían, o sus ojos o sus oídos, cuando obtuvo la respuesta de todos, le mandó quitarles lo contrario a lo que habían pedido.

 

 

Pero como no les mandaron a ningún dirigente, declara la guerra a España, y esta, diezmada por la peste, decide no luchar y rendirse.

 

Efraín deja a su suerte a la enferma madre, y huye a Alemania, lugar actual en que residen sus abuelos por parte de su padre.

Estos al negarle ayuda y residencia, Efraín  luego de varios días de vagar por las lúgubres calles de Königsberg, decide quitarse la vida.

Roba un pequeño bote, con una soga se amarra  los pies a una gran cruz de piedra que encontró en un cementerio, a pesar de ser muy de noche, a pesar de ser invierno, no hacia frío, pensativo, recordando las horribles cosas por las que había pasado, un resquemor de ira volvió a florecer en él, por lo que llega a la conclusión de no morir antes de aniquilar a su hermano, entonces al abortar su plan, un repentino viento lo hizo tambalear y caer al agua, el bote se dio vuelta, y la cruz lo arrastró hasta las profundidades del mar, todo, complemente todo, era oscuro, la desesperación le hizo tragar agua, mientras se hundía cada vez mas, seguía bajando, sus tímpanos se reventaron por la presión, sin poder aguantar mas la respiración, su desenlace tragicómico lo forzó llegar hasta el camino que su hermano Antonio recorrió un par de meses antes.

Sufrió las mismas consecuencias, su cuerpo volvió a nacer, pero en el cuerpo de un gato, atrapado en él, fue condenado a vivir por siempre hasta cometer 100 crimenes dignos de algo que piensa como hombre.

 

La madre, sucumbió por la enfermedad justo en el momento del parto, las matronas hicieron un esfuerzo para salvar al bebé, pero grande fue su sorpresa, al nacer el niño, era deforme, era cíclope y chillaba como cerdo, no tenía nariz y su boca era demasiado grande, su cuerpo era peludo como un animal.

 

Esto es fruto del incesto.- dijo la más vieja.

Debemos matarlo, no podemos dejar que esta criatura viva, representa al diablo.- dijo otra.

 

Justo en eso, llega un pelotón de los soldados isleños, derriban la puerta con un ariete, encierran en un cuarto a las matronas, luego entra Baltasar, examina el cuerpo todo embadurnado de sangre de su madre, ve al niño, con una carcajada lo toma en brazos, y decide cuidarlo como su mascota, mandó quemar la casa con el cuerpo de su madre y las matronas vivas, pues le habían dicho que doña catalina padecía la peste.

 

Enfurecido por no encontrar a Antonio ni a Efraín, se devuelve a Francia, manda a los soldados isleños a atacar nuevo continente, ya que les había dicho que sus hermanos huyeron hasta allá para reunir sus fuerzas.

 

Así pasaron cuatro largos años, de búsqueda incesante, dominaron toda norte América, y ya tenían barrida a América del sur.

 

Baltasar en ese entonces era uno de los más poderosos en el mundo, cientos de hombres lo desafiaron en duelos públicos, pero Baltasar era una bestia en las peleas, si podía arrancarle las orejas de un mordisco, lo hacía, también era hábil en el arte de sacar los ojos con el pulgar, por lo que muy pronto, dejaron de retarlo, así fue como su figura tomó carácter de invulnerable.

 

Perdió el control de Francia, ya que los franceses no temían a su poder, y se le enfrentaban a muerte cada vez que se acerca a su país, el joven militar francés, Napoleón, fue el único capaz de rechazar al advenedizo, Baltasar o pudo contra él, ya que perdió el duelo público, en que le fue cortada una mano, y gracias a sus guardaespaldas salvó con vida.

 

Baltasar, después de haberles quitado al gobierno español el imperio en el nuevo continente, se dedicaba a ver como Aurelio (nombre que le puso al deforme niño) jugaba con sus mascotas, eran dos gatos, uno llamado Antonio y otro Efraín, que ha pedido del niño se llamaron así, Baltasar accedió bautizarlos, pues en su carcomido corazón todavía quedaba una pizca de cariño por sus hermanos.

 

 Usaba al niño como atracción de circo, este, sin saber que pasaba, todas las tardes veía a gente distinta observarlo desde el umbral de su alcoba, ignoraba el hecho del porqué mucha gente vomitaba al verlo.

 

Decide mandar de regreso a los soldados isleños a sus respectivas casas, y dejarlos como reservas, en caso de una inminente confrontación con Francia, que cada vez mas se armaba y crecía su ejército.

 

Señor Baltasar, debido a las atrocidades cometidas por Ud. y su ejército, nosotros demandamos que disuelva a su ejército y que Ud. se entregue a las autoridades correspondientes para ser enjuiciado por sus horrendos crímenes. De no efectuarse nada de lo pedido, nos veremos obligados a subyugarlo por la fuerza.

Gobierno de Francia.

 

Baltasar al leer esta carta, siente que es su deber mandar todo el poder de su ejército, para de una vez por todas librarse de los obstáculos, por lo que les hace mandar un comunicado a sus refuerzos isleños, dice que deben atacar Francia en un mes, para así atacar por dos frentes al mismo tiempo, además, gracias a Inglaterra, Baltasar tiene una flota mucho mas especializada, puesto que a esta le conviene una derrota francesa.

 

Estaba todo preparado, las tropas isleñas habían zarpado rumbo a Francia, el plan de Baltasar era que una vez derrotadas las tropas isleñas, atacaría aprovechándose de que Francia sufriría bajas y que no tendría tiempo para reponerse al nuevo ataque, mas fuerte y brutal que el anterior.

 

Baltasar zarpó una semana después de lo acordado, esperando que sucumbieran sus aliados primero.

Efectivamente, las tropas fueron avasalladoramente derrotadas, pero la diferencia fue que estas ni siquiera tocaron puerto, ya que les esperaba una emboscada por parte de la flota franco española, que los esperaba con ansias, Baltasar, desconociendo este hecho, se dirigió directamente hasta Francia, pero el joven militar francés, suponiendo el plan de Baltasar, decide esperarlo con una emboscada aún mas agresiva que la anterior.

 

16 acorazados se erigían por sobre 10 de los franco españoles, al llegar al lugar en que le preparaban la emboscada, los 10 barcos abrieron fuego casi simultáneamente, provocando el hundimiento inmediato de 7 acorazados, los nuevo restantes respondieron el fuego a ciegas, sin saber donde se encontraban sus enemigos, sin lograr acertar un solo disparo, la flota franco española abrió fuego de nuevo, hundiendo 5 barcos mas, Baltasar que iba de los últimos, decida retirarse, sin avisarles al resto de su flota, para que estos garanticen su huída luchando.

 

Los barcos colindantes reciben el comunicado de los franceses, de que les perdonarán la vida a cambio de su capitulación, entrega de sus barcos y de que entreguen a su líder, estos al darse cuenta de que este ya se había marchado, deciden ellos mismos inmolarse para no darles el gusto a ninguno de los dos, cuando tomaron la decisión, los 4 barcos restantes, en medio de la solemnidad de la noche, y de la luna que ha sido testigo de un sin fin de atrocidades, abren fuego a ellos mismos, dejando atónitos a los franceses.

 

Baltasar decide abandonar el barco en un bote junto con Aurelio y sus mascotas de forma secreta, para que sus tripulantes siguieran el rumbo ya determinado, los franceses los casen, y Baltasar salvaría con vida.

 

Aurelio dormía placidamente, mientras que Baltasar remaba sin cesar con la mano que le quedaba, y con la otra, a la cual había sustituido por un gancho, se le hacía mucho mas dificultoso, agobiado por las horas de un estresante ejercicio, se detiene, pensativo, observa el alba,  se pregunta así mismo, “¿por qué he hecho esto?, ¿por qué llegue hasta acá?”, empezó a reflexionar todas las injusticias cometidas, del hecho de que era mejor sentenciar a muerte a los soldados, en vez de lisiarlos para el resto de sus vidas, del porque tuvo que sodomizar a su propia madre, del porque encerró a sus hermanos, que antes ni un mal le habían hecho, que todo lo malo lo había cometido su padre, y que más encima no era tan malo, pues se lo merecía.

“Llegué a armar un ejército nunca antes visto, conquiste provincias inconquistables, goberné reinos nunca antes vistos, que permanecían al margen de los cartógrafos hasta mi llegada, pero ahora, estoy solo, los hombres que me apoyaron están todos muertos, lo único que me queda, es esta cosa, horrenda, fea y peluda, pero que me llama padre…”

 

Baltasar se quedó dormido…

 

Algo lo despertó, fue Aurelio, que le preguntaba en donde estaba, del porque estaban en ese bote tan sólo ellos dos y su mascotas.

Baltasar, con dolor de cabeza y mucho sueño, le responde con subterfugios baratos, pero que Aurelio igual creyó, pues este no dudaba de la palabra del hombre que siempre lo trató como un ser humano, que a pesar de sus burlas, se notaba que lo hacía de cariño, mientras que la gente que se le acercaba le preguntaba a Baltasar, si esa cosa muerde.

 

 Pasaron un par de horas, cuando un escalofrío envolvió a Baltasar, un miedo se apoderó de su cuerpo, Aurelio, ignorante a lo que Baltasar había visto, notó que este estaba pálido.

 ¿Qué pasa papá? 

 Mira allá, eso que se asoma en la superficie es un tiburón, y viene directo hacía acá. 

 Efectivamente era un tiburón lo que se aproximaba, Baltasar empezó a remar mas fuerte que nunca, pero sus adoloridos brazos no le rindieron como debían, luego, algo pasó, algo que Baltasar nunca se hubiera imaginado, algo que lo dejó anonadado, con una tristeza insuperable, ve como el único ser que lo ha querido desde hace tiempo, le dice, “huye papá” y luego salta al agua, entregando su corta vida al tirano desquiciado.

  Al saltar, el niño no sabía nadar, por lo que se hunde rápidamente, Baltasar que gritaba para que este volviera, vio que ya no había nada que hacer cuando se fijó que la aleta del tiburón se hundió en dirección al infante, luego el agua se torna roja.

 Baltasar llorando, ve a las mascotas del niño, que lo miran fijamente, un pequeño fulgor de ira emanaban aquellos felinos.

 De inmediato, para no hacer que el sacrificio fuera en vano, retornó a la frenética luchar por remar, en ese instante, el gato negro con rayas blancas, que tenía un collar para pulgas en su cuello que decía , don Efraín, salta sobre él, cubriéndole el rostro, le arañó los ojos, dejándolo totalmente ciego, este, logra quitarse el gato de encima y lo arroja al agua, justo en ese instante, el otro gato con un apariencia senil, y con una placa que decía don Antonio, se lanza sobre su gancho, este se defiende a ciegas, dando golpes al aire, logra acertarle en el costado, quedándole atascado por entre las costillas del felino el gancho, al tratar de librarse, su gancho se le desprende, y el gato, con sus últimas fuerzas, salta al agua, para asegurarse de que Baltasar no lo recupere.

 Luego una inquietante calma reinó en el lugar, Baltasar asustado siente que algo movió al pequeño bote, este supone que el tiburón está tras él, pero en realidad eran 13 tiburones los que lo circundaban, puesto que la sangre de los gatos y del niño, los atrajeron.

En un desesperante esfuerzo por tratar de huir, este no consigue nada mas que dar vueltas en círculos, puesto que sin el gancho no podía tomar el otro remo. Un tiburón enviste al bote, provocando que Baltasar cayera al agua, de inmediato siente un dolor extremo, como si cientos de cuchillas se la clavaran en el costado derecho, luego siente que se hunde a una velocidad impresionante, en ese momento otras cientos de cuchillas se le clavan en una pierna y de un tirón se la arrancan, después fue el turno de su brazo, y al final, después de haber bajado más de 100 metros de profundidad, sus heridos ojos no soportaron la presión y se revientan a lo igual que lo hicieron sus tímpanos, las cuchillas que lo tenían aferrado en el costado, empiezan a masacrarlo, con repetitivas mordidas y un dolor intenso, Baltasar fallece. 

 En el momento en que dejó de sentir dolor, se ve que ya no está siendo masacrado por bestias submarinas, y que ya no esta bajo el agua, en que la presión de las profundidades tampoco se sentía. Estaba en el mismo camino que sus dos hermanos menores recorrieron antes, este se queda tirado en el camino, agobiado por lo pasado, miraba hacia arriba, y ve que una sombra desciende en caída libre hasta donde estaba él, este sin alcanzar a esquivarla, es atrapado, esta sombra se lo lleva hacía arriba, mas arriba de las nubes, las estrellas y el sol, incluso mas alto que un gran portón con rejas de oro y alumbrado por candelabros,  se lo lleva mas alto, siente el viento que lo deja sin respirar, luego, se detiene, en un lugar oscuro, dos hombres lo esperaban, uno vestido de blanco, con una barba que llega hasta su ombligo, y el otro de apariencia mas joven y vestido de traje elegante, lo reciben, primero se le acerca el viejo de blanco, lo toma por el cuello, lo empieza a asfixiar, y le dice:

 ¿Sabes lo que pasa si te mato ahora que ya estás muerto?, Pues dejarás de existir en este y en el otro mundo.

 Y cuando procedía a triturarle el cuello con una fuerza aterradora, el hombre elegante, se apresura hasta ellos, y dice:

 “no puedo desperdiciar ni un alma”,- luego saca una espada con fuego azul, corta las manos del viejo de blanco, e indica,

“serás condenado a recibir la misma sentencia que tus hermanos, si te los encuentras pregúntales”.

  Luego de terminada la escena, y Baltasar de vuelta a la tierra, el hombre elegante, risueño le dice al enojado viejo de blanco:

“No te quejes, te volverán a crecer” 

 Todos en el mundo saben la derrota de Baltasar, pero quedan con miedo, puesto que al capturar el barco en que este huía, se encontraron que este ha escapado.

 Ahora nadie puede dormir en paz, puesto que piensan que en el transcurso de la noche Baltasar los asediaría con un nuevo ejército improvisado.

 Hasta el día de hoy buscan al tirano desquiciado, y como no lo encuentran, cada vez que avanzan una cuadra, miran hacia atrás, vigilando sus propias espaldas de un inminente ataque…

 Miedo en cada esquina…  

 Enserio crees que pasará todo eso? 

Sí, lo creo y pasará, ese será tu destino y el de tu familia. 

No fumes mas esa lecera, mira todas las cosas que te hacen imaginar. Yo creo que él debería pedir una disculpa a nuestro padre, y que recupere lo que ha apostado, con eso todo se solucionaría de forma pacífica.

 No creo que lo haga, tú sabes que tu hermano es muy orgulloso, esto no es una suposición, es un vaticinio… 

Jajaja, vamos para la casa, mira que se nos hace tarde. 

 Conversación entre Efraín y Sebastián (joven que presenció la discusión entre Baltasar y don Guillermo), en una taberna cercana, el mismo día de la discusión.     

 

1 comentario

FATIMA -

COÑO Q SEGUN BALTASAR LE DEJO SU MADRE DE HERENCIA